jueves, 18 de noviembre de 2010

Noveles, acólitos, padawans: vírgenes

En temas tan delicados como compartir cama, o más bien las conversaciones postcoitum, con los hombres, hay que elegir bien las palabras, más que nada para no llegar a equívocos y caras rojas, que estando desnudos muy pocos podemos sentirnos (y no me incluyo) estrellas del porno.
Años de práctica son los que yo llevo para no reírme de muchas burradas y no echarme a llorar por meteduras de pata dignas del mismísimo doblador de Rocco’s Siffredi.
Una cosa es ser sutil y otra dar todo por supuesto, que a todos, bueno “casi” todos nos gusta experimentar pero hay cosas que no son de tocar, y cosas que, por supuesto, no se pueden pedir siendo la primera vez.

ME REITERO COMO SEMANAS ATRÁS,
EL PORNO HA HECHO MUCHO DAÑO A ESTE PAIS

Seguro que más de una vez os han dicho algo que no queríais escuchar, o se os ha escapado a vosotros sin querer, pues todo se magnifica muchísimo cuando estás en la cama con un pequeño padawan que se acaba de inscribir en la real escuela del arte amatorio, vamos: virgen virgen virgen (tres veces virgen).
Y es que para todo hay una primera vez en la vida, y todos sabemos
(mundialmente conocida la disculpa de “era mi primerito día”).
Sin ir más lejos yo también fui una pequeña e inocente virgen, y recuerdo (ahora) con muchas risas como aconteció mi desfloramiento (con mi primer noviete serio, y como regalo de cumpleaños una mañana de pellas en su casa), y jamás olvidaré, o espero no olvidar nunca, la cara de susto del susodicho cuando rompió mi himen (con su talla XL) y se pensaba que la sangre era suya. Todo un poema.

Aunque yo ya estoy un poco cansada de hacer de maestro yoda en estos menesteres, siempre hay que devolver el favor, más que nada por equilibrar el karma.
pero es que no hay nada peor que un acólito con aires de vampiro jefe, así pasa:

Luego lloran.

Una que pone toda su mejor intención y sus mejores artes, encima para que luego otras lo disfruten, y te viene con frases como: (abstenerse aquellos lectores con dolencias en las mandíbulas, por las risas que acarrean)

- no me puedo creer que a tus años te guste el “petting” (creo que esa palabra, sinceramente, ya no la usa nadie, o solamente los que no saben el gustito que da restregarse un poco antes de pasar a “mayores”)
- yo es que soy un poco egoísta para el sexo, primero chúpamela y si lo haces bien te recompenso.
- La mejor de todas: “esto nunca me había pasado solo”
- ES QUE ME PUEDE LA PRESIÓN (cortesía de un ex, durante los seis primeros meses de relación)

Ante tamañas frases salidas del subconsciente más bizarro de los hombrecillos, servidora no puede hacer más que (primero) extrañarse y luego reírse, porque teniendo en cuenta que estamos hablando de noveles…yo no pido que den las gracias por desprecintarlos, que casi siempre es un placer, ¡pero hombre! un poco de seriedad que ahora estamos hablando los mayores. De hecho de los dos individuos a los que me refiero, merecen que comente que los dos superaban las veinte primaveras y no sabían lo que era tocar una teta.
Para colmo de males, te vienen con peticiones fetichistas salidas de las peores pelis porno que ni los camioneros en sus noches más solitarias verían.
En mi lista, hay cuatro efebos virginalmente desflorados, espero que si os los encontráis (a las mujeres me dirijo) estén bien enseñados, pero si les encontráis algún fallo, por favor, POR FAVOR, decídselo, que sino luego…

Lloran.

Sed buenos, alimentad al hambriento, cuidad al enfermo, animad al bajo de moral,
vestid al desnudo, (bueno eso mejor al revés) y sobre todo disfrutar de lo inexplorado, os podéis llevar alguna que otra sorpresa. Además no hay nada mejor que aleccionar al prójimo a nuestro gusto y hacer buen uso de ello, pero más adelante, cuando ya tengan unas pocas más de tablas, que en estas ocasiones si merece la pena una segunda oportunidad.

Como los exámenes de septiembre.

jueves, 11 de noviembre de 2010

videollamada

Ya tenía yo alguna sospecha de que, después de hacer un trío, ver a una tía tocándose a través de la mala calidad de una web cam vuelve a los tíos gilipollas.
Una fantasía, para mi gusto, de lo más estúpida, porque donde esté la palpación carnal, con los mordiscos, las caricias y toda la parafernalia de un bis a bis…que se quite el ciberspacio, pero está claro que cuando hay de por medio unos 400 km, poco más se puede hacer.
Es como la fantasía que tenía mi ex, y que un día, tras hacer el amor (porque con los novios se hace el amor, le pese a quien le pese) me espetó: (quiero pensar que sin pensar) que su mayor fantasía :
ATENTOS
“tirarse a una japonesa” y que iba a hacerlo antes de morir.

mi pregunta (aun hoy) es si es que están hechas de otro material diferente al tacto… porque sino… creo que tienen los mismo agujeros que las occidentales.

Continuo pues, y es que todo comenzó de la manera más tonta (lo de la videollamada digo), que si se me cae el tirante del sujetador, que qué calor hace y me quito la camiseta… y sin comerlo ni beberlo encuentro al interlocutor tocándose a dos manos y yo con cara de…

¿me lo estás diciendo en serio? Así sin más…
¿en este juego no hay preliminares que valgan?

En fín, (me dije a mi misma), ya no le voy a decir que no, estando como está. Pero, si ya de por sí los silencios incómodos en la cama son… eso, incómodos, imaginaos tras una pantalla de ordenador, con uno ojo y un oído puestos en la puerta, por si a mi madre se le ocurría venir con alguna pregunta innecesaria de rigor. (os puedo asegurar que ahora siempre llama antes de entrar)

¡Así no hay quien se concentre!

No sé si os acordáis que os comenté que no soy muy amiga de hablar por teléfono, pues de las videollamadas menos, pendiente de no rascarse la nariz, de tener el flequillo perfectamente peinado, de no hablar con mucha gente a la vez porque SE VE Y SE OYE TODO… un rollo, y un lío innecesario.
¿dónde quedaron las llamadas subiditas de todo? Con esa intimidad digna de un móvil con batería suficiente para terminar sin prisas?

No es que fuese la primera vez que hacia estas cosas (vamos que desprevenida del todo, no me pillaba), hace tiempo me prometí que había que probar todo antes de hablar mal de algo, pero no sé si es que, estaba poco receptiva, si es que tenía más sueño de lo normal o que el hecho de ver una cola ( todo sea dicho muy bien proporcionada) en la pantalla de mi pequeño MAC era superior a mi.

Os juro que a los 4 minutos de reloj, el interlocutor, había llegado al final del trayecto y tuvo la osadía de preguntarme si me había quedado satisfecha…de preguntarlo totalmente en serio.

No voy a hacer declaraciones al respecto, creo sinceramente que no hacen falta. Solo me resta pensar que ha mantenido muchas relaciones webcamisticas con el pornotube. Pero a los hombres lectores aquí presentes os diré que es (nunca imposible) muy improbable que una chica tocándose sola y encima viendo semejante panorama sea capaz de concentrarse para tener un orgasmo decente en menos de cuatro minutos, así que no, no señor, yo no he terminado.

Pero fue un buen momento para usar la excusa de, “vaya mierda de conexión a Internet que tengo” pulsar sin querer el botón de colgar, y terminar por mi misma, lo que nunca tenía que haber empezando en cibercompañía.

En su defensa ( y ya sabeis que no soy mucho de defender) decir que el muchacho es mucho mejor en vivo y en directo.

Cuando una está sola en la cama, tiene que buscarse las cosquillas y las soluciones, por una misma.

De estas cosas se aprende, desde luego, más vale sola que cibermalacompañada.